domingo, 1 de diciembre de 2013

El yacimiento Pleistoceno de Jou Puerta (Llanes, Asturias) (parte I)


 
Tras un parón de dos meses (motivado por el comienzo del curso académico), vuelvo a retomar el blog y a hablar de las faunas propias de las épocas glaciares. En esta ocasión voy a tratar de un yacimiento que tuve la fortuna de poder excavar hace un par de años y que constituye uno de los mejores conjuntos faunísticos de macromamíferos propios de clima frío, de la península Ibérica. Se trata del yacimiento de Jou Puerta, situado en la localidad de Puertas de Vidiago (Llanes, oriente de Asturias), muy notable por varias causas de las que iré hablando en las siguientes líneas.

Dolina al fondo de la cual se abre la entrada a la cueva de
Jou Puerta.  Foto: Diego Álvarez Lao
La acumulación fósil se produjo en una cueva situada al fondo de una dolina. La cueva, oculta durante milenios, quedó al descubierto en abril de 2011 a causa de los trabajos de movimiento de tierras realizados en las obras del Autovía del Cantábrico (tramo Pendueles-Llanes). En una primera prospección llevada a cabo por la arqueóloga María Noval se descubrió el notable conjunto de huesos fósiles que estaban extendidos por la superficie de la cueva, la mayoría de ellos conservados en excelentes condiciones. Tras la visita a la cavidad por parte de dos paleontólogos de la Universidad de Oviedo (Miguel Arbizu y yo mismo), se determinó que el elevado valor paleontológico era evidente, por lo que era imprescindible recuperar dichos restos. Tras los debidos trámites administrativos, la excavación se llevó a cabo durante el mes de junio de 2011, a un ritmo muy fuerte, pues tan sólo se pudo contar con un mes para las labores de campo ya que la obra de la autovía debía avanzar y el tiempo apremiaba.
Diego Álvarez y María Noval examinando
una Pieza. Foto: Javier Calzada
La excavación fue realizada por un equipo de 3 personas: una arqueóloga (María Noval), un geólogo (Guillermo Santos) y yo mismo como paleontólogo. Nuestra labor consistió en recuperar, con los métodos más adecuados, la mayor cantidad posible de restos paleontológicos. El trabajo de excavación fue bastante engorroso, pues el sedimento estaba formado por una arcilla muy húmeda de difícil manejo. No obstante, la abundancia de fósiles bien conservados era tal que la satisfacción de excavarlos hacía olvidar todas las incomodidades.
Algunos de los restos se encontraban en un estado de extrema fragilidad, lo que obligó a realizarles una “momia” o cobertura de espuma de poliuretano para poder extraerlos de la cueva sin riesgos y llevarlos al laboratorio, donde se realizaría la restauración en condiciones controladas.
Cueva de Jou Puerta. Foto: Diego Álvarez Lao
En otros casos, 
Guillermo Santos y Diego Álvarez extrayendo
un húmero de rinoceronte. Foto: María Noval.
algunos huesos se encontraban cubiertos parcialmente por costra estalagmítica, lo que dificultó en gran medida su extracción, obligándonos a usar “maquinaria pesada”, como sierras radiales. Por suerte, el volumen de material recuperado fue muy alto (más de mil restos) y, tras una prospección exhaustiva de toda la cavidad, se llegó a la conclusión de que se había recuperado prácticamente todo el patrimonio paleontológico de la cavidad. La suerte que corrió la cueva tras su excavación fue bastante triste: las obras obligaron a destruirla, pues estaba situada justo en medio del trazado de la autovía. Además de su valor paleontológico, la cueva poseía galerías de gran belleza, con desarrollos de estalactitas y estalagmitas, gours… una lástima. Por supuesto, este tema podría suscitar un acalorado debate (de hecho, la prensa se hizo eco de ello), pero no es mi intención entrar en esa polémica.

Pelvis y húmero de rinoceronte lanudo cubiertos parcialmente de costra
estalagmítica (izda.); cráneo de cabra en superficie. Fotos: Diego Álvarez Lao.
Restauración de una mandíbula de
rinoceronte. Foto: Diego Álvarez Lao
Tras la excavación, vino la fase del trabajo de laboratorio, que consistió en la limpieza, consolidación, restauración (en ocasiones, reconstrucción), siglado y elaboración de la base de datos, de los más de mil restos recuperados. Una labor ardua, pero un auténtico placer poder trabajar con materiales de semejante calidad.
A continuación, y ya con el material perfectamente en condiciones, se procedió al estudio paleontológico de este magnífico conjunto faunístico, cuyos principales resultados se expondrán en la siguiente entrada.

6 comentarios:

  1. Hola, Diego, sin duda tuvo que ser como un regalo para vosotros, ¡qué maravilla! Lástima el triste destino d ela cueva, pero al menos os dieron un mes para explorar, supongo que en otros muchos casos se cubriría el descubrimiento con un velo de silencio por no retrasar la obra.

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  2. Gracias, Iván, por tu amable comentario. Desde luego es un absoluto placer poder excavar materiales de este nivel. Sí, desgraciadamente conozco casos en que se hallaron fósiles de mamíferos cuaternarios durante el desarrollo de obras y, los responsables, tiraron pa adelante destruyendo toda evidencia. Por suerte, parece que cada vez la gente actúa de forma más razonable y así están saliendo a la luz yacimientos insignes como éste o como el de Cuerres. Un saludo!

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    1. Estoy impaciente por saber que bichos encontrasteis...
      Sólo sé comentar con la opción respuesta. A ver si la próxima acierto mejor.

      Un saludo.

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    2. Gracias por tu comentario, Carlos. En los próximos días subiré la parte II de este post, donde se habla de las especies halladas. Un yacimiento espectacular, sin duda. Un saludo!

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  3. No sabía si poner esto en la entrada sobre el bisonte de estepa o aquí por ser el último post del blog, aunque no tienen nada que ver. Se trata de un enlace a un documental sobre una momia de bisonte pleistocéncio hallado en Chukotka (Siberia) de gran interés su gran estado de conservación, el entorno y las condiciones del trabajo:
    http://rtd.rt.com/films/chukotka-paleontology-mammoth-bison/#part-1

    Por cierto, este año han encontrado restos congelados muy bien conservados de otro priscus en la misma zona pero mucho más reciente, solo 8 mil años (Holoceno):
    http://link.springer.com/article/10.1134%2FS0012496613050128

    Siento alterar el orden del blog.
    Un saludo.

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    1. Muchas gracias, Muri, por toda la información que me pasas. El documental es excelente, y la momia impresionante, me recuerda al a del famoso ejemplar "Blue Babe" hallada en Alaska a finales de los 70. Estamos ahora, precisamente, con la excavación y reconstrucción de un cráneo de la misma especie procedente de Asturias. Cuando lo completemos, subiré un post. Muchas gracias también por el artículo. Un saludo!

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